martes, 24 de octubre de 2017

A ver, ¿Quién quiere la chaqueta?.....ufff"



"Hay muchos de ese grupo que son tan arrogantes....ufff"
Esa fue mi expresión, inmediatamente vi las imágenes, de quienes de una manera u otra anhelan el éxito, el poder, la cúspide, aún más, la chaqueta. No seguiría nunca a un arrogante. 
El líder es humilde. No se jacta ni se vanagloria de los triunfos de otros. El liderazgo no se hereda, sino se construye. Dónde? En las calles, mano a mano con la gente, identificándose con las personas y los compañeros del partido o de causa.
Por eso, aplaudo y apoyo a Elías Cornelio. Porqué?  En primer lugar, creo en él. Me ha mostrado que es un hombre genuino. Se ha ganado el liderazgo que hoy manifiesta. Un líder es capaz de producir y despertar en los demás motivaciones e inspiraciones y Elías tiene ese toque. Me ha mostrado que aún en las decepciones, uno puede seguir haciendo el trabajo; que aún cuando uno no es reconocido por los enormes sacrificios para ayudar a otros, aún así, se puede seguir colaborando, aunque la causa no sea personal, y creo que eso se llama lealtad.
Es un hombre de grandes valores, a quien admiro, y aplaudo. Comparto su visión. Comparto la entrega que muestra en cada proyecto o en cada encomienda que se le confía, lucha para que todo quede a la perfección, pero, nunca lo hace solo, da participación en quienes él confía.
He aprendido que cuando se tiene mucho apoyo, principalmente económico, es fácil hacer las cosas, es fácil mover personas, es fácil llegar a ocupar una posición en alguna institución del estado, que trae consigo una chaqueta, que muchos la confunden con liderazgo, pero, no es tal cosa, está muy distante de eso.
El liderazgo no se hereda, no se transfiere, solo puede ser cultivado y desarrollado, luego de esto, se pone a la disposición de los intereses más nobles, que es la patria.
A ver, quién ahora quiere la chaqueta?

Dr. Jhordany Rodriguez Torres


Doctor en Medicina