"Hay muchos de ese grupo que son tan arrogantes....ufff"
Esa fue mi expresión, inmediatamente vi las imágenes, de quienes de una manera u otra anhelan el éxito, el poder, la cúspide, aún más, la chaqueta. No seguiría nunca a un arrogante.
El líder es
humilde. No se jacta ni se vanagloria de los triunfos de otros. El liderazgo no
se hereda, sino se construye. Dónde? En las calles, mano a mano con la gente,
identificándose con las personas y los compañeros del partido o de causa.
Por eso, aplaudo y apoyo a Elías Cornelio.
Porqué? En primer lugar, creo en él. Me
ha mostrado que es un hombre genuino. Se ha ganado el liderazgo que hoy
manifiesta. Un líder es capaz de producir y despertar en los demás motivaciones
e inspiraciones y Elías tiene ese toque. Me ha mostrado que aún en las
decepciones, uno puede seguir haciendo el trabajo; que aún cuando uno no es
reconocido por los enormes sacrificios para ayudar a otros, aún así, se puede
seguir colaborando, aunque la causa no sea personal, y creo que eso se llama
lealtad.
Es un hombre de grandes valores, a quien
admiro, y aplaudo. Comparto su visión. Comparto la entrega que muestra en cada
proyecto o en cada encomienda que se le confía, lucha para que todo quede a la
perfección, pero, nunca lo hace solo, da participación en quienes él confía.
He aprendido que cuando se tiene mucho apoyo,
principalmente económico, es fácil hacer las cosas, es fácil mover personas, es
fácil llegar a ocupar una posición en alguna institución del estado, que trae
consigo una chaqueta, que muchos la confunden con liderazgo, pero, no es tal
cosa, está muy distante de eso.
El liderazgo no se hereda, no se transfiere,
solo puede ser cultivado y desarrollado, luego de esto, se pone a la disposición
de los intereses más nobles, que es la patria.
A ver, quién ahora quiere la chaqueta?
A ver, quién ahora quiere la chaqueta?
Dr. Jhordany Rodriguez Torres
Doctor en Medicina
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